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miércoles, 13 de junio de 2012

Adiós al mundo

Publico una carta que me escribió una joven, antes de ingresar en un monasterio de clausura de estricta observancia.

Querido hermano en Cristo,
                                               [...] he podido continuar rezando, meditando y reflexionando, y he elegido mi estado de vida, sin dudas, libremente y sin condicionamientos: vida religiosa de clausura, entre las [...], que he conocido gracias a tu blog.

Cuando me han recibido en la hospedería, me sentí enseguida en casa, sentí una grande paz ya desde el primer momento, cuando atravesaba el umbral del monasterio...antes de conocerlas personalmente sabía ya que ¡IBA PARA QUEDARME! La Madre es muy acogedora y comprensiva, me ha sabido entender y dirigir enseguida: dentro de poco tiempo entreró en su monasterio, ¡para comenzar el aspirantado!

Me parece un sueño...¡pero es realidad! No ha sido fácil vencer mis resistencias y las de quienes tenía a mi lado, pero con la ayuda de la Virgen se puede todo! Cada día he leido tu blog: cada artículo es verdaderamente edificante, consuela, da compañía, anima a ir adelante, hace sentir que lo que se vive, alegrías y sufrimientos de la vocación, lo viven también otras personas; que existen aun órdenes fervientes y de estricta observancia, y que hay todavía quien desea santificarse en una de estas... en resumen, no me he sentido sola! En verdad me han hecho reflexionar los consejos de S. Alfonso sobre el estado de vida a elegir: matrimonio o vida religiosa. Gracias por tus consejos, [...], CADA UNA DE ESTAS COSAS HA SIDO FUNDAMENTAL... como pequeñas piezas, que poco a poco iban formando un maravilloso mosaico y gracias por haber hablado en tu blog sobre [...], que no cocnocía y gracias por tu oración silenciosa, pero ferviente...que junto a la de las otras personas han obtenido de Dios que mi vida cambiara radicalmente, ¡me ha dado gracia y fuerza para aceptar la llamada de Dios!

Reza por mí y no te desanimes frente a la dificultad, tu trabajo es precioso, y Dios te pagará por cada sufrimiento y soledad que ahora pases! Dentro de poco y en el futuro, si Dios quiere, un alma más rezará en la clausura, por ti y pos los lectores del blog!

EN EL CORAZÓN INMACULADO DE MARIA Y EN EL CASTISIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ..

(Carta firmada)


Querida hermana en Cristo,
                                             ¡Estoy muy feliz de la espléndida noticia que me has dado! ¡Debes ser muy querida por Jesús por el magnífico don que te ha dado! ¿Te das cuenta? ¡Serás esposa del Divino Redentor en una de las mejores Ordenes religiosas presentes en Italia! ¡Que gracia! ¡Ah, si todas las jóvenes de tu edad pudieran comprender estas cosas, los monasterios de clausura de estricta observancia ¡serían invadidos de filas de kilómetros de personas!

¡Te animo a perseverar con todas tus fuerzas! El enemigo del género humano podría tentar de insinuar en tu mente que no has sido hecha para la clausura, sino para la vida activa. No le creas, es una típica trampa para hacer perder la vocación, como enseña S. Alfonso. De hecho el diablo busca sembrar dudas e incertidumbres, porque en lo turbio siempre se pesca algo. Por lo tanto si una persona entra en una congregación contemplativa, él insinua de pasar a una de vida activa, y viceversa. Algunas personas han caido en la trampa, han salido del monasterio y han llevado una pésima vida.

Cuando los mundanos sepan que has partido, dirán: “pobrecita, ha ido a encerrarse en un monasterio de clausura”. ¡Ellos no saben cuan grandes alegrías se experimentan viviendo en un monasterio!
En realidad el mundo no ha hecho jamás feliz a nadie, basta pensar en la vida triste y angustiada que tienen los poderosos de la tierra, los cuales, aun estando inmersos en las riquezas, no logran encontrar la paz del corazón. Solo Dios puede consolar nuestros corazones y hacernos felices. El Señor ha sido particularmente generoso contigo, llamándote a santificarte en un monasterio de clausura fervoroso y de estricta observancia. ¡Adios, queridísima hermana en Cristo! Esfuérzate mucho en la oración por la salvación eterna de las almas y en la búsqueda de la perfección cristiana para la mayor gloria de Dios!

¡Nos veremos en el Cielo!

Cordialiter