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lunes, 26 de enero de 2015

Vocacion religiosa

Publico una e-mail que me escribió una chica.


Querido hermano

Soy una chica de 20 años y me gustaria compartir mi historia. Como estudiante de octavo ciclo de comunicaciones siempre he pensado en usar la internet como forma de buscar el acercamiento de las personas a Cristo y a su inmenso amor, sin embargo me siento debil y desanimada muchas veces, encontrar su blog ha sido una bendicion para mi, los testimonios de otras chicas me han motivado a compartir el mio. 

No recuerdo haber sentido vocacion de pequeña, lo que si recuerdo es siempre haber sabido que habia alguien escuchandome, de pequeña rezaba con una inocencia de niña, pedia por mi familia, por mis amigos, por los pobres, lo hacia con una simpleza de un alma que confia en Dios, y me extraña ahora darme cuenta de lo mucho que creia que Dios me escuchaba, sin embargo avanzando en edad me fui alejando, al cumplir los 8 años empezo una epoca en mi vida donde los problemas familiares, las peleas y discusiones hicieron que termine alejandome de Dios y cansada de tanto pedir que termine con el mal tiempo que estaba pasando, termine hechandole la culpa de todo, rezaba pocas veces pero no encontraba la respuesta que yo buscaba, me sentia engañada, sola y traicionada y culpaba a Dios del inminente divorcio de mis padres, solia ser yo una persona muy timida, en mi soledad solo lograba culpar a Dios de todos mis pesares, siendo la unica niña entre 4 hermanos, me sentia extraña y sin nadie a quien asistir.

Fue en el 2010 que terminando mis estudios de secundaria viaje a otra provincia para vivir con mi madre y mi hermano pequeño y seguir mis estudios en la universidad, me separe de mis otros dos hermanos y tuve que afrontar sola lo que para mi era un nuevo mundo, siendo la capital la gente era diferente, existia mucha envidia, muchos recelos y competencia, pude ingresar a la universidad ese año y me senti feliz pero una felicidad pasajera, notaba yo ya que las cosas del mundo no me llenaban, no me sentia a gusto con nada y sentia que mi vida la vivia solo por rutina, estuve un año y medio en la universidad sin hacer mayor cosa que buscar sobrevivir entre la gente, no me iva muy bien y me sentia diferente de las personas con las cuales estudiaba quienes parecian tenerlo todo y sentirse felices con la ultima tecnologia o hablando de fiestas y dinero. Me sentia diferente y no queria serlo, queria pertenecer a su mundo, queria sentirme "normal", gracias a Dios, El siempre me protegio e hizo que mi timidez nunca permitiera que cayera en malos caminos, sin embargo ensuciaba yo mi alma leyendo cosas impuras mientras buscaba parecerme más al resto del mundo.
Mi universidad es catolica, la mayoria de alumnos odia eso, yo no le tomaba importancia, solo pensaba estar ahi el tiempo necesario para terminar una carrera, por suerte para mi dentro hay una capilla y un grupo de misioneros donde encontre a Cristo, el movio sus piezas para que junto con una amiga mia cayeramos en dicho grupo, llegue a la primera reunion sintiendome extraña y preguntandome porque todos era tan felices, me extrañe pero volvi a la siguiente reunion dos semanas despues, fue ahi donde una chica que luego descubri era consagrada, me invito a uno retiro, sin conocer yo que eran en verdad ejercicios espirituales en silencio acepte, una vez ahi y luego de enterarme de donde me habia metido tuve miedo, pero agradezco a Dios y a la Virgen de haberme llevado alli, de haberme hecho verme a mi misma, y de mostrarme su gran amor, llore, me senti libre, y por primera vez me senti realmente feliz, pude confesarme luego de casi 5 años luego de haber hecho mi confirmacion, me senti cerca de Dios y senti a Dios cerca mio,es el inicio de mi conversion.

En el grupo de misiones aun me sentia extraña pues sentia que no encajaba, sin embargo nunca deje de asistir y las salidas al encuentro de niños en un colegio de pocos recursos era lo que me motivaba, podia sentir crecer mi fe ademas con las charlas sobre Dios que nos daban, y buscaba asistir a misa entre semanas ya que en la universidad hay misa de lunes a viernes a la 1, me gustaba poder ir y encontraba en el sagrario una precencia tranquilizadora. Creo que fue donde empeze a sentir el llamado, a la fecha he realizado ya tres tandas de ejercicios espirituales, a la tercera tuve que rogar para que me dejasen ir porque sentia una necesidad inmensa de estar en silencio con Dios nuevamente, sentia que me pedia algo y queria una respuesta pronta, su respuesta sin embargo fue "ten paciencia".

A la fecha mi mama no acepta mis cambios, nunca he hablado abiertamente con ella de la vocacion, pero comentarios suyos preguntando si ya tengo novio o de lo feo que seria llevar una vida de monja o consagrada, hacen que tenga miedo, soy la unica chica entre cuatro hermanos, y por el tiempo de mi infacia y adolescencia que no pude pasar por mi mama siento que le debo mucho, me gusta estar con ella pero no puedo negar lo que siento, es algo mas fuerte que yo […]. A la fecha no he tenido novio ni mi primer beso, antes me hubiera sentido desdichada y fea, ahora me siento bendecida, Cristo a guardado mi corazon y mi alma, no dejo que me metiera mas en el mundo sino que me protegio de formas que yo solo ahora entiendo, mi familia no lo aceptaria lo se, mi madre no me perdonaria, siento que aun no es el momento, pero empeze a discernir a escondidas de ella desde hace ya unos meses, tengo muchas hermanas que pasan lo mismo que yo, que no reciben apoyo de sus familias y sus testimonios me dan valentia y fuerza, he visto muchas conversiones y la mia misma, doy gracias a Maria por no dejarme caer en el mundo y le pido protega mi vocacion y la de mis hermanas, tengo miedo lo acepto porque se que hace unos años no lo hubiera pensado tan seriamente, pero conoci el amor de Cristo a las 17 años [...] y vivo una vida de servicio que siento me llena, agradezco ahora a Dios por todo, por lo que sufri, por el tiempo que estuve lejos y El no me olvido, por no soltarme y ahora estoy aqui, discerniendo algo que me hubiera parecido imposible hace 2 años, doy gracias por todo y rezare por las vocaciones, hace unos meses en la cola de las confesiones una mujer se volteo a mi y mirandome me dijo que en mi rostro se notaba el amor a Cristo y que si no habia pesando en consagrar mi vida, en ese entonces tuve miedo, no quiero tenerlo ahora, tengamos fuerza hermanas que no es facil y lo se, si Dios decide llamarme es porque El sabe que soy una de las peores y que si El no me salva del mundo, el mundo me comera, confio en Dios, confio en que si es su voluntad El me dara la fuerza, confio como cuando era pequeña de que me escucha, confio que todo estara bien es sus manos y que despues de la tormenta siempre viene la calma. Confiemos en El.

Dios los bendiga
Gracias por el blog